Comentario sobre el libro: Orientación al Talento Personal

La Obra “Orientación al Talento Personal. Desarrollo Personal y Orientación Laboral” de David Settembrino y Giancarlo Quadrizzi Leccesa puede inscribirse en la categoría de los textos que proponen un aporte a la Orientación Vocacional Profesional desde la teoría cognitiva.

En este caso desde la perspectiva de la teoría de la “Terapia Cognitiva de Aceptación y Compromiso” (ACT) que pertenece al grupo de las llamadas “terapias de la tercera ola” o “tercera generación”.

Esta última consideración no es menor si se quiere entender las particularidades y diferencias de este enfoque en relación con otros importantes aportes, ya clásicos, de la terapia cognitivo conductual a la orientación vocacional.

En este sentido, podemos hacer referencia el trabajo de Krumboltz “A learning theory of caree counseling”, conocido entre nosotros por la traducción que hiciera del texto la cátedra de Orientación Vocacional de la Carrera de Psicología de la UBA, como por la incorporación de sus estrategias de intervención en el capítulo “La entrevista” de Josefina Pássera y Fabian Olaz en el libro “Orientación, información y educación para la elección de carrera” de Pérez, Pássera, Olaz y Osuna.

En este caso vale destacar que las terapias cognitivo-conductales de la tercera ola se caracterizan, más que en la lucha contra la sintomatología, en reorientar y refocalizar la atención del individuo hacia metas y valores para él importantes con la intención de mejorar así el ajuste psicosocial de las personas. 

En particular entonces la Terapia de Aceptación y Compromiso ACT , con claros aportes de la psicología gestáltica y existencial,aborda el tema de los valores personales como clave para la resolución de múltiples problemáticas humanas, a partir de cinco conceptos que son centrales en su aplicación: la aceptación, la defusión, el aquí y ahora, el yo como observador y la acción comprometida.

El aporte del cuerpo teórico de este enfoque para la “orientación laboral” ( término que los autores presenta como sinónimo de orientación vocacional, profesional, de carrera, etc…) será entonces el de “colaborar en clarificar en la persona su estructura valorativa con el objetivo principal de facilitar la elaboración de propósitos en las personas y la consecuente decisión respecto a la profesión u oficio que mejor lo vehiculice”.

Dicen los autores que “respecto al aspecto operativo de la Orientación al Talento Personal, éste se presenta como un breve protocolo de 6 encuentros en los que se incluyen técnicas de mindfulness, ejercicios cognitivos-conductuales, prácticas gestálticas, narrativas, multimediales y visualizaciones. Actividades que son administradas con el objetivo fundamental de esclarecer y dar relevancia a la instancia valorativo-intencional de los participantes”.

Los consultantes irán incorporando en el transcurso de los encuentros los conceptos de Talento PersonalIntención Primordial (análogo al concepto de vocación), Propósito Vital Proyecto Personal. Asimismo, se abordan en profundidad conceptos clave para una mejor gestión en la experiencia de elegir decidir, dirigidos a expandir el marco de referencia del consultante: libertad personalflow (fluir), autovaloraciónasertividadbienestar, entre otros. Todo ello, en un espacio de reflexión, escucha plena y aceptación incondicional entre los participantes y los facilitadores”.

Proponen entonces abordar la tarea desde tres ejes o instancias principales:

  • -La clarificación de una Intención Primordial (accionar valorado que imprime una dirección general).
  • -La elaboración de un Propósito Vital (valor personal – dirección y cualidades del accionar valorado)
  • -Y el diseño de un Proyecto Personal (plan estratégico sobre acciones comprometidas), que contenga la decisión del rol laboral que mejor represente al Propósito Vital.

En síntesis creo que un hecho muy positivo y siempre una muy buena noticia para nuestro campo, la aparición de un texto como este que implica un trabajo prolongado de elaboración y un esfuerzo bien logrado por aportar nuevos conceptos y reflexiones, en este caso desde la Terapia de Aceptación y Compromiso.

Suma también a la propuesta el “protocolo” de intervención, organizado en seis encuentros, adecuadamente explicado y con recursos y materiales a disposición del orientador.

Valorando la obra como tal, se podría agregar no obstante, que parece un poco distante de las temáticas abordadas en los últimos años desde el campo de la orientación, las que intentan privilegiar el trabajo que favorezca la inclusión y el desarrollo de los sujetos en vinculación con sus singularidades subjetivas y el contexto social.

Es posible apreciar también que los recursos técnicos y los instrumentos con los que se lleva adelante los encuentros son menos novedosos para quienes venimos ejerciendo desde hace tiempo la orientación, aunque muy útiles para quienes recién se inician.

Podemos decir entonces, sin dudas, que el enfoque y las intervenciones realizadas desde el marco teórico de la ACT constituyen lo mejor de esta interesante propuesta.