Tiempo Latinoamericano, apartado «galería de orientadores».

Espacio dedicado a resaltar la labor de distinguidos profesionales que han sabido colocar en alto al campo de la Orientación en América Latina y el mundo. Nuestra Presidenta de APORA, la Dra. Cecilia Kligman; contestó algunas preguntas:

«Cómo profesional de la orientación, ¿cuál es tu mayor orgullo y cuál tu mayor aporte?
Comprender que las condiciones para sentirme orgullosa son las de mantener mi interés por aprender y aportar a la comunidad algunas reflexiones que me llevan a acciones concretas en las tareas orientadoras que desarrollo.

Particularmente me enorgullezco de ser un miembro partícipe en el ámbito académico/profesional de entidades que nos agrupan en actividades elegidas y a través de esas instituciones llegar a una mayor diversidad de sujetos que plantean diferentes situaciones en relación al campo de la Orientación.

¿Qué le hace falta a la Orientación en América Latina?
Profundizar el trabajo sobre la Orientación y los procesos migratorios. En este sentido disponer de conocimientos amplios sobre políticas migratorias, asesoramiento respecto a las leyes vigentes y a su vez ser interlocutores de quienes legislan para atender los procesos migratorios en un contexto de integración y no de exclusión.

¿Cómo se puede mejorar la Orientación en tu país?
A través del trabajo en común entre las áreas de educación y trabajo en el cual participen orientadores en la planificación de acciones conjuntas y en la puesta en marcha de proyectos evaluables en su alcance en el corto, mediano y largo plazo. Potenciar los “programas” que están dando buenos resultados a sabiendas que una vez que se cumplen los objetivos esos programas finalizan para dar paso a nuevos proyectos.

¿Cuál sería tu mejor consejo a los nuevos orientadores latinoamericanos?
No sé aconsejar. Puedo proponer que no se dejen invadir o conquistar por un contexto cultural de mucha imagen, muchas banalidades con poco criterio ético subjetivo y nada de expectativas esperanzadoras. Que se afiancen en la profesión en colectivos solidarios, cooperativos que estimulen el estudio y la actualización constante.

¿Cómo percibes la formación actual de los profesionales de la Orientación? Qué elemento le incorporarías? 
Me interesa más hablar de habilitación que de formación porque es ese el mojón en el trayecto profesional al elegir una especialización en Orientación, como por ejemplo sucede con la Carrera de Especialización Orientación Vocacional y Educativa que se viene desarrollando en Argentina desde el año 2005. Las inquietudes planteadas porl@s aspirantes y cursantes rondan en relación a obtener una mayor calificación para tareas orientadoras en distintos ámbitos. Hay quienes cuentan con conocimientos previos porque cursaron la asignatura Orientación Vocacional en la carrera de grado y también hay quienes sin haber cursado la materia se interesan para ampliar su campo laboral; esas son las motivaciones básicas en la búsqueda del posgrado.

Los cursos virtuales, de inicio más reciente, son un recurso muy interesante para lograr un alcance extensivo a diferentes puntos del país, aunque resultan limitados para considerar aspectos humanos que se manifiestan en el contacto directo entre l@smiembros del grupo.

Incorporaría de manera sistemática un seminario sobre “Escenas temidas de l@sorientadores” para afrontar las situaciones que plantea la clínica en general en el modo relacional (no solamente la del consultorio privado), generando recursos personales para las intervenciones. Incluiría también en forma sistemática la investigación y publicación de producciones científicas.

¿Cómo definirías la Orientación para el siglo XXI en América Latina? Algo de esto fue conversado públicamente en nuestro XVI Congreso Argentino de Orientación Vocacional “El futuro de la orientación vocacional. Nuevas lógicas y devenires” durante los días 10, 11 y 12 de noviembre del 2011 organizado por APORA y CURZA. Al momento actual lo sintetizaría en términos del futuro comprometido como siempre con los proyectos de vida que asumen la cuota de incertidumbre de una realidad cambiante , desde Orientaciones que buscan subjetivar y no adecuar al sujeto a lo establecido; orientando en términos del respeto a las lógicas de las personas y no solamente a las lógicas de los sistemas , hacia un futuro más vinculado a la ética del bien estar para tod@s y para cada un@, sin adecuaciones a una competencia consumista. Me parece que en América Latina se están tejiendo redes de orientadores desde lo fraterno/lo latinoamericano como futuro orientador, con movimientos de raíces heterogéneas que se reúnen en una unidad de efecto horizontal y una estructura no patriarcal, eso me resulta altamente motivador para acercarnos a posiciones transformadoras.

Dada la oportunidad de “incorporar otro aspecto que desee” para esta entrevista, quiero transmitirles algo que pienso y hago desde hace mucho tiempo: transitar por las rutas de la Orientación dando pasos de autonomía que abren nuevos caminos personales y grupales. Acepto y valoro la orientación que se da en la relación espontánea entre los sujetos (padres, docentes, amigos…) así como valoro la orientación profesional mediada por la certificación de un título que habilite al ejercicio de la profesión orientadora. «